sábado, 13 de octubre de 2018

El PARAKLITO - Sabiduria Hiperbórea


El Yo, con actitud graciosa luciférica, debe conseguir que se manifieste el Paráklito durante el éxtasis rúnico, es decir, que coincida en el infinito actual: su presencia no brindará ningún conocimiento aparte de la verdad de la runa increada, pero, en cambio, transmutará la estructura psíquica del virya creando una esfera de voluntad egoica en torno del selbsth.

La esfera ehre cuyo contenido es una energía extra aportada por el Paráklito, se convierte así en una fuente de fuerza volitiva que el Yo consume para reforzar su propia esencia volitiva.

Tal es la Gracia del Verdadero Dios: que el Espíritu revertido y encadenado no carezca jamás de la fuerza necesaria para concretar su liberación.

Si la fuerza volitiva es insuficiente, el Yo dispondrá siempre de la posibilidad de RECLAMAR EL AUXILIO DEL PARAKLITO.

No obstante, su presencia transmutadora solo se manifestará a aquel virya que expresa una “actitud graciosa luciférica”, vale decir, a quien haya recibido el mensaje del Gral de Kristos Lucifer, El Enviado de El Incognoscible, y se haya alineado en su bando guerrero”.

Sobre ese carácter AUXILIAR del Paráklito, aquí vamos a completar el concepto y a aclararlo recurriendo a su etimología; en cuanto a la referencia al “Gral de Kristos Lucifer”, cabe advertir que dicho tema será desarrollado con detalle en el inciso “Estrategia “0” de los Sidas Leales”.

Paráklito es una palabra griega derivada de PARAKLESIS, llamamiento, petición de auxilio, solicitud de liberación, etc, donde se ve ya, el significado apuntado.

El Paráklito es considerado así, en su origen, un “llamador de auxilio”, un intercesor o abogado por la libertad, etc.

El cristianismo empleó al principio con buen tino este vocablo para designar al Espíritu Santo o Mediador Divino, concepto que se acerca bastante al de la Sabiduría Hiperbórea: VOLUNTAD-DEL-INCOGNOSCIBLE-DE-LIBERAR-AL-ESPÍRITU.

Pero luego de la nefasta alianza entre los Emperadores romanos y la Iglesia, después del concilio de Nicea y subsiguientes, se “inventó” una “trinidad divina” y se incorporó el Paráklito a los Aspectos de Jehová Satanás, envenenando definitivamente su significado original.

Sin embargo, la palabra es hiperbórea y no por degradada dejaremos de usarla cuando nos convenga, remitiéndonos siempre al concepto de la Sabiduría Hiperbórea.

La misma reserva guardaremos con respecto a otras dos palabras, GRACIA y CARISMA, igualmente violadas por la teología católica y que ahora redefiniremos.

Al Paráklito, se lo denomina AGENTE CARISMATICO, según se dijo.

La palabra CARISMA, así como también caridad, caritativo, etc., proviene de la raíz griega CHARIS o JARIS que tiene, entre otros muchos, el significado de GRACIA, atractivo, fundamentalmente, don divino.

Esta misma raíz dio en latín a GRATIAE, de donde procede la castellana GRACIA, y gratis, gratificar, grato, etc., con las mismas acepciones que en griego.

También las GRATI, las tres Gracias Divinas, registran el mismo origen: AGLAYA, “la brillante”, EUFROSINA, “la alegría del corazón”, y THALIA, “la florida”.

Etimológicamente, entonces CARISMA y GRACIA son palabras sinónimas.

Sin embargo, para la Sabiduría Hiperbórea, ambas voces tienen un sentido levemente diferente: en CARISMA se reserva el carácter absolutamente trascendente que corresponde a la manifestación o expresión del Paráklito como AGENTE u OBRADOR DIVINO; de allí lo de “AGENTE CARISMATICO” como expresión del Paráklito.

A GRACIA, en cambio, se la emplea para señalar la actitud del virya, cuando establece la vinculación carismática, es decir, la “actitud graciosa luciférica”.